Monday, December 25, 2006

Un 24 de Diciembre.......


Hoy debo escribir porque llorar o gritar no son soluciones prácticas, y no soy una mujer de vanalidades. Debo formar con estos párrafos una coraza más fuerte que la que se me está cayendo a pedazos, endurecer mi persona con las armas más poderosas conocidas, la sabiduría y la palabra, la inteligencia y la razón. Hoy debo escribir, espero sepan comprenderme, escribir siempre será mi mejor antídoto a la ignorancia, la injusticia y el dolor.
Así como empieza mi carta…escribo porque para mí las palabras se las lleva el viento...
“el hombre se hace viejo muy pronto y sabio demasiado tarde.
Justamente cuando no hay tiempo”


La esencia de lo que quiero decirte no tiene nada que ver con excusas, explicaciones o reproches...ni muchos menos hablar de nuestra diferencias o de las verdades que andan circulando….o de la verdad que tú piensas…..y está muy lejos de detallar arrepentimientos a las decisiones que yo pude haber tomado.
Es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si uno insiste en permanecer más allá del tiempo necesario, perderá la alegría y el sentido de todo lo demás.
Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, concluir capí­tulos... no importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron.
¿Alejarte de tu país?, ¿distanciarte de tu familia?, esa amistad que tanto tiempo cultivaste, ¿ha desaparecido sin más?...se hizo polvo.
Uno puede pasar mucho tiempo preguntándose por qué ha sucedido algo así. Puedo decirme a mi misma que no daría un paso más hasta entender por qué motivo esas cosas que eran tan importantes en mi vida se convirtieron de repente en polvo. Pero una actitud así­ supondría un desgaste inmenso para todos porque en la vida tú, yo, nuestros amigos, mis padres, mi familia todos y todas estamos destinados a ir cerrando capítulos, cerrando ciclos, pasando página, mirando hacia delante, y todos sufrirían al verme paralizada." (Paulo Cohelo).
Nadie puede estar al mismo tiempo en el presente y en el pasado, ni siquiera al intentar entender lo sucedido. El pasado no volverá y aunque duela a veces hay que aceptarlo. No podemos ser eternamente niños, adolescentes tardíos, hijos con sentimientos de culpa o de rencor hacia sus padres, fervientes amigos que reviven día y noche las buenas épocas con amistades que nunca se valoraron entre sí y que ahora han salido de nuestras vidas para no volver. Todo pasa, y lo mejor que podemos hacer es no volver a ello. Por eso es tan importante (¡por muy doloroso que sea!) destruir recuerdos, cambiar de número, borrar números, direcciones, nombres, donar presentes, destruir papeles, borrar emails…. Todo en este mundo visible es una manifestación del mundo invisible, de lo que sucede en nuestro corazón. Deshacerse de ciertos recuerdos significa también dejar libre un espacio para que otras cosas ocupen su lugar. Dejar para siempre. Soltar. Desprenderse. Nadie en esta vida juega con cartas marcadas. Por ello, unas veces ganamos y otras, perdemos. No espero que me devuelvan lo que he dado, no espero que reconozcan mi esfuerzo, que descubran mi genio, que entiendan mi amistad, que crean en mí…no espero a que ”alguna vez se den cuenta de quién soy yo”. Por eso dejé de encender mi televisión emocional y ver siempre el mismo programa, en el que se muestra el camino que he sufrido con determinada pérdida o pérdidas: eso no hace sino envenenarme…amargarme

La vida camina hacia adelante, nunca hacia atrás.Porque si ando por la vida dejando puertas abiertas, “por si acaso”, nunca podré desprenderme ni vivir el hoy con satisfacción. Amistades que no terminan, posibilidades de “arreglarnos” (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, (¿cuántas más para ser escuchada?) palabras que no se dijeron,(ya pasaron su momento) silencios que me invadieron. (fue preferible a veces callar para no herir)
Si pudiera enfrentarlos ya y ahora… ¡LO HICIERA! Pero no, los dejo ir, cierro capítulos. Y me digo para mí misma, que no volverá. Pero no por orgullo ni por soberbia, sino porque yo ya no encajo allí, en ese lugar, en esos corazones, en esas casas, en ese grupo de 4 amigas, en esas reuniones de los sábados o salidas de reencuentro… Ya no soy la misma que se alejó hace unos días, hace unas semanas, hace seis meses, por lo tanto, no hay nada a que volver.
Cierro la puerta, paso la hoja, cierro el círculo.Ni yo soy la misma ni el entorno al que regrese será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Por amor a mí misma, me desprendo de lo que ya no está en mi vida.Ahora sé que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un viejo grupo de 7 amigos inseparables que vivimos juntos muchas cosas, nada es vital para vivir porque cuando vine a este mundo, llegué sin ese accesorio, por lo tanto, se volvió una costumbre vivir pegado a él y, es un trabajo personal aprender a vivir ahora sin ese accesorio humano o físico que hoy me duele dejar ir.
Es un proceso largo que hoy recorro para aprender a desprenderme y humanamente se puede lograr porque, repito, nada ni nadie nos es indispensable. Se trata de costumbre, apego, necesidad (por el añoro que siempre tendré……..tener hermanos).
Pero… cierro, clausuro, limpio, tiro, oxigeno, me desprendo, sacudo, suelto.
Con esto no te digo que te olvidaré….únicamente estoy formateando mi cerebro y lastimosamente o felizmente no te has quedado grabada ahí. Así que lo único que me quedaba era esconderte junto un par de amistades más en el fondo..arrinconado a una esquina de mi corazón. Para que por lo menos hoy y en el transcurrir de los días ya no piense más.
Feliz Navidad .... y recuerda siempre lo que te dije desde un principio las amistades pueden acabar pero el cariño sincero permanece ahí.

Gianella Asalde Aponte

0 Comments:

Post a Comment

<< Home